31 de mayo de 2008

El "jardin" de la república :)


Tuve la desgracia de caminar por las calles de Tucson City a las ocho de la mañana de un día sábado.
Desgracia en dos sentidos. El primero, no necesita mayores explicaciones y no es el que produjo los efectos de desprecio a la generación teenager, si no a mi profesor de civil, quien tuvo la brillante idea de invitarnos a ver una película, para compartir su amanecer sabatino, basada en hechos reales y producidos en el año 1900 (por lo tanto imposible de encontrar en cualquier videoclub). Obviamente esa “invitación” era una cuasi obligación. Si no concurríamos a la videada, no podemos rendir el segundo parcial =).
(A todo esto, no vayan a ver “El nido vacío”. Aunque la concurrencia no fue forzosa, produjo los mismos efectos en mí: somnolencia, odio, frío, sed de venganza. Nunca más cine argentino. En fin, un fin de semana de películas malas, que solo puede ser completado por mas y peores. “La excusa mas cobarde es culpar al destino”).
Sin embargo, mi post apunta a otra cosa.
El escenario fue apocalíptico, tremebundo. No exagero. Debo haber contado alrededor de ochenta y cinco botellas vacías de Gancia, fernet, cerveza, Coca Cola, etc., y solo en la diagonal de la plaza Urquiza. Inmediatamente pensé en culpar al gobierno por no haber colocado suficientes basureros para que estos chicos hambrientos de alcohol y viernes a la noche no se encuentren con la única y mugrienta opción de dejar todo tirado en el lugar del encuentro. Casi tan inmediato como ese pensamiento, se me presento la imagen de dos hombres. Hombres con la piel curtida por el frío y la vejez. Hombres que el día anterior repasaron su jornada de trabajo, y pudieron hasta sentir el frío de este sábado a la mañana, recogiendo botellas de alcohol de niños malcriados y sucios. No podían pensarlo más que como una tortura ineludible, pero a la vez, como un milagro de Dios, por la posibilidad de un laburo.
Tal vez suene exagerado, aunque haya intentado no hacerlo. Pero me dio tanta bronca que los causantes de ese caos se encuentren en sus camas y tapados hasta el cuello, y quienes necesitan trabajar para sobrevivir tengan que limpiar su mugre. Me dio bronca porque yo no lo hago y porque los que si, se quejan de la falta de basureros en la ciudad, a pesar de que en la plaza donde ellos desecharon sus envases de fernet barato haya uno cada diez metros.
En fin, haceme el favor de pensar un poquito antes de tirar la botellita!!
Por mi parte, espero nunca mas tener que levantarme a las siete para una jornada destroza de sábado, entre el frío, las torturas, tus enojos y una siesta que me dejo sin aliento.

29 de mayo de 2008

Odio Cuando...

…dicen que el helado es más rico en invierno. (Claramente no es cierto; los números muestran otra cosa).
… me mienten y creen que nunca voy a enterarme de la verdad. (Famoso caso del conejo muerto que se fue a buscar a la madre a Salta).
…el pantalón que me gusta solo llega hasta el talle 1. (En talle 3 solo queda el color verde aguoso -.-)
…otras mujeres cuentan que comen chocolates, papitas, manteca y pan, y que no engordan!
…alguna hueca-chupamedias (yo solo soy chupamedias) saca mejores notas en la facultad.
…creen que van a lograr algo siendo pesados, melosos y terriblemente insistentes.
…me zumbean.
…los albañiles me gritan (a mi y a la gordita que viene atrás) frases muy bien elaboradas que contienen palabras como: paloma, mamasa, mojado y baldosa.
…mi abuela me dice que estoy “mucho más gorda que la otra vez”.
…le ponen zanahoria o aceitunas a las comidas y mi mama dice (una vez terminado el plato), “ayy cierto que odias esas dos cosas!”
…soy la ultima en enterarme.
…mi EX mejor amiga se acuesta con mi EX novio.
…me quieren afiliar a algún partido político de la facultad.
…no entiendo la letra de los apuntes que me prestaron UN día antes de rendir.
…llueve en los días en los que estoy triste… (Que calidad!)
…me equivoco.
…no me dan la razón a pesar de que seguro la tengo 8-)…
…no entiendo los trucos de los magos.
…mis deseos de cumpleaños no se cumplen.
…rozo SUS autos con MI auto y me culpan de haberlos chocado :S (no entiendo porque los taxistas siguen pensando que manejan mejor que las mujeres:S)
…después de haber mandando un mensaje súper elaborado, contestan “quien sos”.
…piso el baño mojado con medias.
…la heladera esta vacía.
…se me ocurren mil cosas para decir JUSTO cinco minutos después de que se fue.
…no condenan a muerte a los violadores, secuestradores y asesinos.
…la vendedora te dice que ese pantalón que te queda amatambrado “cede”.
…me dicen que NO.

19 de mayo de 2008

Cualquier semejanza con la realidad, no es pura coincidencia.

Se despertó esa mañana presintiendo que algo podía cambiar. Bajó de la cama y piso con sus medias de lana el agua helada que doña Rosa había dejado pasar por debajo de la puerta al baldear el pasillo. Rezongo. Pensó que después de todo, no iba a haber nada especial en aquel día que estaba comenzando como todos los demás.
Su mujer a su lado, dormitaba con los ruleros y la mascarilla verde que tanto aborrecía. Dany Berrio y su himno cristiano sonando en la cocina, mientras el olor de las tostadas quemadas hacia gruñir a doña Rosa que una vez mas, había arruinado el desayuno.
Como todos los martes, aunque por desgracia trece, la función comenzaba a las seis.
Después de una larga jornada de preparativos, problemas con el domador el leones, la mujer contorsionista y los siameses, comenzó a poblarse la carpa.
La entrada era muy “accesible”; al parecer, la inflación no había llegado a los circos del pueblo. Sin embargo, el precio del pochocho había subido un 80%. La gente entraba con palomitas de maíz caseras escondidas en sus carteras y tapados.
Un enano bien empilchado salio corriendo de atrás de las telas para dar comienzo a aquel espectáculo. El primer número correspondía al hombre bala.
Don Osvaldo, el dueño del circo, aquel hombre que había sentido el agua helada en sus pies al despertar esa mañana de julio, comenzó a alterarse. El payaso no había llegado.
Sin pensarlo dos veces corrió hacia su furgoneta y alzando velocidad se encamino al rancho donde vivía aquel hombre, que al pintarse la cara de blanco, se convertía en la figura del circo.
80, 100, 120, recordaba que su mujer protestaba siempre que subía de esa manera desmedida la marcha, pero si no llegaba a tiempo, la función iba a perder prestigio.
Una motito modelo 86 paso en dirección contraria a el, y al mirar por el espejo retrovisor, vislumbro una cabellera azul al mejor estilo afro y unos cancanes a rayas que no dejaban dudas de que se trataba del payaso. Casi sin pensarlo, don Osvaldo giro el volante para cambiar de carril y cayo por el precipicio.
El payaso llego al pueblo, hizo reír a su publico, se acostó con aquella mujer de mascarilla verde y sin saberlo, le había dado a don Osvaldo la muerte menos digna que algún hombre habría soñado jamás.
En otro lado de la ciudad, yo, maldecía a don Osvaldo. Había muerto sin saldar una deuda millonaria que tenia con mi papa. Los zapatos Maggio & Rosetto que tanto ansiaba, iban a tener que esperar.

14 de mayo de 2008

...

Un día después de lo que el viento se llevó...