6 de junio de 2008

Una noción distorSionada...

La niña seguía llorando...
Se cumplían ya catorce meses, dos semanas y tres días desde que había comenzado, al parecer, sin razón parecida a la que pareció aparecer.
Imposible zambullirse en su habitación, o pocilga, o río lleno de desperdicios y de estrellas.
La inminencia de una oleada de perjuicios hacia temblar a cualquier bicho o pajarraco que intente consolar, mas o menos de cerca, a la aturdidora y aturdida, ahora mujer.
Ya nadie podía comprender de qué se trataba “esto”; esta despiadada manera de ver los soles que la sorprendían descoloridos en cada amanecer, a medida que el irrenunciable paso del tiempo ahogaba las suplicas y convertía en viento, sombra y oscuridad, todo lo que en algún momento gozo de una nitidez absoluta e irrefutable.
El llanto se presentaba así, solo como el producto objetivo de un olvido descuidado que había llegado a esos ojos a través de una catastrófica historia de puntos finales, end, eindigen, fine, Ende.
La mujer seguía llorando, o no. Ya no se veían lágrimas en su rostro. Existían en otro, en otro muy ajeno a ella. Y siguieron allí, hasta que el invierno las seco, y de ellas no quedo ni su recuerdo.

6 comentarios :

  1. Anónimo dijo...

    Creo que se escribe "distorSionada"

  2. Nay dijo...

    Crees bien! Gracias :P

  3. Anónimo dijo...

    la secaste mal =),,



    un beso Tapado que me encanta =)

  4. Anónimo dijo...

    La niña seguía escribiendo...
    Se cumplían un par de meses desde que había empezado su blog, y algo no encajaba del todo.
    La inminencia de una oleada de vacías alabanzas no podía quitarle la horrible sensación de que las cosas no estaban para nada bien.
    Ya nadie podía comprender porque ella confundía inevitablemente cualquier vómito sentimental con literatura.
    El llanto se presentaba así, disfrazado en la hoja entre palabras que siempre parecían estar más allá de sus posibilidades.
    La mujer seguía escribiendo, o no. Preferiblemente no.

  5. Nay dijo...

    "Firmá con tu nombre, cobarde ;)"

  6. Anónimo dijo...

    Veamos... Me pediste que comente. Bah, hablar de "pedido" es quedarse corto, pero no vamos a hacerte quedar mal con tus invitados.
    Recuerdo haber sido echado como un perro de este blog la última vez que se me ocurrió comentar en calidad de anónimo. En aquella ocasión, no creí necesario firmar porque supuse que bastaba que vos sepas de quien se trataba. Se ve que es el pensamiento de casi todos los pobres infelices que escribimos aquí. De todos modos, en ese momento no fuiste tan educada como con este último "cobarde", ni tampoco me regalaste aquella solapada indulgencia de decir "piedra libre para Luis, que firmó tercero" o algo así. Nunca me dejás ser parte de esa masa de seres a los que les perdonas la vida (y no es que sea tan malo, existen beneficios tax-free al respecto). Por si acaso, pongo mi nombre y linkeo hacia un blog ya abandonado, así evitamos reproches.

    Hablando de anónimos, es curioso el primero. Me recuerda cuando iba a la secundaria y me parecía valioso e invasivo corregir los errores de ortografía de los demás. En fin, etapa superada, pero se ve que tenés popularidad entre los no-universitarios todavía. De todos modos, por más quince años que tengas, podrías quedarte a tomar un café en vez de parecer un cartero. Vos lo dejás porque a mayor número de comentarios mejor se siente tu ego, pero sabés que es una intervención prescindible, tirando a estúpida...

    De todos modos tus no-named van evolucionando. Ahora se disfrazan de poetas baratos, de esos industriales, al mejor estilo "escribo textos para tarjetas virtuales". Quizás más adelante ya aparezca algo más decente y con menos complejos de actor protagónico (que, por otra parte, nadie invita). Lo más jocoso es que este sujeto te habla de “palabras que van más allá de tus posibilidades”, de mala o nula literatura, de vómitos sentimentales. Me resulta trillado, pretencioso y rozando con el universo oscuro del lugar común, qué sé yo. Pero bueno, la posmodernidad hace maravillas con las autoestimas urbanas. Y así aparecen blogs, flogs y monstruos de esa raza. Pero la verdad prefiero los flogs, son más claros en sus intenciones. En los blogs hay cosas bastante buenas, pero hay aún tal cantidad de literatos frustrados que da miedo. Hay tipos que se creen Cortázar o Goethe en cada esquina virtual (que no es lo mismo que Cierta Esquina, eso sí). Pero bueno, no los culpo. Hay supuestas 'magas' por todas partes, y los pendejos se parecen cada vez más a Werthers fingidos.
    Che, por cierto... Hacenos un favor a ambos, no me saltes al cuello. Ya sabés lo que creo de tu blog y son cosas para hablar en privado. No soy Feinmann :P.

    Ah, cierto. El post. Bueno, se ve que anclaste tu estilo en estos textos con una carga variable de metáforas casi privadas. Me parece que en este tipo de "seudo-cuentitos metaforicos" (como los llamás) encontramos la identidad del blog. No de la autora, porque el margen de lo publicable, la exposición, inhibe ciertas cosas a las que son difíciles de llegar, pero que valen la pena. En fin, no sé como harán los que no te conozcan lo suficiente para entender lo que querés decir, pero supongo que debe ser entretenido.

    No obstante, el trasnochado sin nombre ése tiene algo de razón. Si vemos que la mayoría de tus posteos responden a la etiqueta de "días especiales", es claro que hay una nítida carga emocional (antes que sentimental, me parece) en muchas cosas que escribís. Yo le hubiera puesto "ESOS días", pero es igualmente válido.

    Una de las cosas meritorias de tu blog es que, si bien es una cosa inclasificable que se va formando ad-hoc, es lo que es y no pretende ser otra cosa: ni trampolín de nada, ni muestrario de lo que se cree que es talento, ni una forma de decir "he aquí mis obras, aprécienme por el escritor que no soy". Esos son lo peores, por peripatéticos. Prefiero, inclusive, los blogs técnicos, o esos que blasfeman cosas como "deja tu trabajo y ganá el triple de dinero con internet", o esos otros que enseñan a hacer masajes estilo reiki. A veces parece que cualquier muñeco que imagina o blasfema que está ejerciendo un justo título es cuentista o ensayista. Eso es un error: no cualquiera con ego y teclado es artista. Lo tuyo tiene aroma a otra cosa, goza de otra frescura.

    Bueno, cumplí. La próxima vez que salgamos vas a tener que ser dulce y civilizada... Bah, en realidad no pretendo tanto; me conformo con que no grites conceptos que nos (me) comprometan en medio de grandes aglomeraciones ciudadanas ;)

    Niña que vuela como diente de león*, adiós.

    [* #17 + surprise]